“Querido Héctor”:
Cuando leí el último correo que me mandaste me quedó muy claro que no querías tener ningún tipo de contacto conmigo. Tus palabras fueron demasiado hirientes, tanto que el dolor terminó por derrumbar lo poco que habías dejado en pie.
Hacía días que había decidido desterrarte de mi vida, justo desde el instante en el que me negaste la palabra ¡qué ironía, tú negando la palabra!
Así que, si "vas a hacer todo lo posible por no volver a tener ningún tipo de contacto conmigo en lo que te queda de vida" ¿Por qué cojones has buscado este blog y por qué lo lees a diario?
Lárgate de mi vida, pedazo de mierda, déjame en paz y ¡QUÉ TE VAYAN DANDO MUCHO POR EL CULO!
Anita.
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