Mostrando entradas con la etiqueta Yo leo ¿tú lees?. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Yo leo ¿tú lees?. Mostrar todas las entradas

sábado, 5 de septiembre de 2015

TRADICIÓN ORAL - RAQUEL LANSEROS


Me gusta amarte hincada de rodillas.
Aquí, tan desde abajo, tan cerca de la tierra
relamo el palpitar de tu cuidado
y centro mi delicia en el transcurso.
         
No es de extrañar que el mundo sea redondo.
¿Qué forma iba a adoptar, sino la de mi boca?

lunes, 6 de julio de 2015

LIBROS - RECOMENDACIONES

Me resulta especialmente difícil recomendar libros. Muchas de vosotras me escribís preguntando por libros que comprar y a mí se me hace un mundo esa tarea.

Indudablemente hay libros que son clásicos y por lo tanto son de lectura obligada. Esos deben tener un lugar prioritario en nuestra biblioteca y volver a ellos una y otra vez hasta que sus páginas empiecen a ajarse.

De otros apenas puedes sacar un par de ideas a lo sumo, pero quizás por eso ya merece la pena tenerlos.

También hay algunos que no merecen la pena ni ser nombrados por lo pésimos que son.

Pero en general, entiendo que comprar o no un libro depende mucho de qué nivel de estudio quieras ejercer.

No es lo mismo querer adentrarse de lleno en una materia que simplemente pasear un rato y tener una visión general o de principiante.

Los libros dónde ‘está todo’ o ‘sirven para todo’ no existen. Hay libros que dan una visión para principiantes o para niveles más avanzados. Libros eminentemente teóricos o muy prácticos.

Así que dependerá mucho de las costumbres del lector que un libro le parezca ‘mejor o peor’.

Mis recomendaciones siempre estarán orientadas a los libros clásicos, de autores consagrados, que respondan a criterios académicos y que sean eminentemente teóricos. Porque la bibliografía, en el estudio, es sólo un punto de partida. Después de leer, releer y tomar notas empieza la tarea del lector, que consiste en hacer su propia síntesis y sacar sus conclusiones.

Por norma general no me gustan nada los ‘best sellers’, que no son más que flores de un día con mucha más paja que trigo y habitualmente numerosas ilustraciones que poco o nada acompañan al texto (en multitud de ocasiones apenas existente o realmente banal).

Los malos libros no merecen la pena ni siquiera ser nombrados.

Además, cuando recomiendas bibliografía a alguien estás obligando, en cierto sentido, a esa persona a gastar una buena cantidad de dinero (y aunque yo considere que cualquier cantidad gastada en un buen libro no es sólo una inversión sino un placer), no siempre el receptor ve el valor de la inversión realizada.

Y dicho esto os dejo unas recomendaciones de libros que para mí son imprescindibles. Ya sabéis, teóricos, académicos, clásicos…

Diseño
  • ARNHEIM, Rudolf. Arte y Percepción Visual. Alianza. Madrid 1980.
  • WONG, Wucius. Fundamentos del Diseño. Gustavo Gili. Barcelona, 2002.
  • KANDINSKY, Wassily – Punto y línea sobre el plano - Paidos estética

Color
  • ALBERS, Josef - La interacción del color - Alianza Editorial, 2003
  • GALLEGO, Rosa / SANZ, Juan Carlos - Armonía Cromática - Editorial. Blume 2006
  • PAWLIK, Johannes - Teoría del color - Paidós, 1996
  • WONG, Wucius - Principios del diseño en color: diseñar con colores electrónicos - Gustavo Gili, 1999

Joyería
  • McGRAT, Jinks. - Acabados decorativos en joyería. - Promopress. Barcelona, 2008.
  • CODINA, Carles. - La joyería. - Colección Artes y Oficios. Parramón ediciones, S.A. Barcelona, 2000.
  • CODINA, Carles. - Nueva joyería. - Colección Artes y Oficios. Parramón ediciones, S.A. Barcelona, 2004.
  • WICKS, Silvia. -  Joyería artesanal. Tursen/Herman Blume. Madrid, 1996.
  • McGRAT, Jinks. - Joyería. Manual práctico de técnicas. - Ed. Acanto. Barcelona, 2008.
  • OLVER, Elizabeth. - El arte del diseño de joyería: del diseño a la realidad. - Ed. Acanto. Barcelona 2003

jueves, 5 de marzo de 2015

PUNTO Y LÍNEA SOBRE EL PLANO - NOTAS

Punto y línea sobre el plano

El análisis de la obra permite penetrar y participar en ella. Vivirla en sentido pleno.

El contenido de una obra encuentra su expresión en la composición, es decir, en la suma interior organizada de las tensiones necesarias en cada caso.

Elementos básicos, aquellos sin los cuales la obra no puede existir.

El punto

Concepto interior: El punto geométrico es una entidad invisible, se asemeja al cero. Es el silencio. Internamente el punto es la forma más escueta. Está replegado sobre sí mismo (esta característica no se pierde nunca)

Concepto exterior: El punto geométrico en arte se convierte en material, es el choque del instrumento con la superficie. En este caso se convierte en material y adquiere dimensión, se materializa el tamaño.

Su tamaño hará que exista una frontera muy débil entre punto y plano. Por lo tanto hay que considerar: 
  •  La relación de tamaño del punto y el plano.
  • La relación de tamaño entre el punto y otras formas sobre el plano.

Aumentar el tamaño del punto hasta su límite máximo (transformación en embrión de plano) o incluso sobrepasarlo provoca una imprecisión en la forma y/o inestabilidad al movimiento. En definitiva, se convierte en ambivalente una forma única provocando una contradicción en la obra.

Forma:

El punto posee un borde exterior que determina su aspecto externo. Si bien en abstracto es completamente redondo, cuando se materializa puede tender a otras formas geométricas que enfaticen el sentido general de la obra (Ej.: devenir en cuadrado para remarcar la inmovilidad)

Tensión:

La tensión en el punto es siempre concéntrica.

“El punto es un pequeño mundo más o menos regularmente desprendido de todos lados. Su fusión con lo que lo rodea es mínima, y en los casos de completa redondez parece no existir. El punto se afirma en su sitio y no manifiesta la menor tendencia a desplazarse en dirección alguna, ni horizontal ni vertical. Tampoco avanza o retrocede.

Sólo la tensión concéntrica manifiesta su afinidad interior con el círculo; Las otras cualidades se refieren más bien al cuadrado. (Sobre relaciones de forma y color ver el artículo: “Die Grundelemente der Form” en Staatl. Bauhaus 1919-1923, Bauhaus-Verlag, Weimar-Munich, pág. 26, fig V).”

El punto representa la afirmación interna más permanente y más escueta. Surge con brevedad, firmeza y rapidez.

El elemento tiempo en el punto está casi descartado. Es la mínima forma temporal.

Un único punto constituye la imagen primaria de la expresión artística. Un doble punto da un resultado más complejo. La repetición incrementa la conmoción interior y provoca ritmo.

Composición concreta en el caso de un punto doble:
  •  Elementos: 2 puntos y 1 plano
  •  Resultado:

o   Sonido interior de un punto
o   Repetición del sonido
o   Disonancia del primer punto
o   Disonancia del segundo punto
o   Sonido de la suma de todos estos sonidos.

Todo lo dicho se refiere al punto en estado de reposo y cerrado en sí mismo (fuerza desde dentro) Si varía de tamaño se desarrolla desde fuera y disminuye la tensión concéntrica.

Si la fuerza se origina desde fuera el punto se ve empujado, se crea movimiento. En este caso la fuerza concéntrica deja de existir. Surge entonces la línea.

Línea

La línea geométrica es un ente invisible. Es la traza que deja el punto al moverse y es por lo tanto su producto. Surge del movimiento al destruirse el reposo total del punto. Es un salto de lo estático a lo dinámico. Esla antítesis del punto.

Las fuerzas que convierten el punto en recta son de dos tipos:
  • Fuerza única.
  • Dos fuerzas

o   Con efecto único o continuado
o   Con efecto simultáneo

Recta:

La recta se produce cuando una fuerza exterior desplaza el punto en cualquier dirección.

Tensión y dirección son dos características de la línea a diferencia del punto que sólo provoca tensión.

Hay tres tipos de rectas:

La forma más simple es la horizontal. En la percepción humana corresponde a la línea o al plano sobre el cual el hombre se yergue o se desplaza. La horizontal es por lo tanto la base protectora, fría, susceptible de ser continuada en distintas direcciones del plano. Su frialdad y achatamiento constituyen el tono básico de esta línea, a la que podemos definir como la forma más limpia de la infinita y fría posibilidad de movimiento.

El perfecto opuesto de esta línea es la vertical, que forma con ella ángulo recto; la altura se opone a la chatedad, el calor sustituye al frio: es lo contrario en un sentido tanto externo como interno. La vertical es, por tanto, la forma más limpia de la infinita y cálida posibilidad de movimiento.

El tercer tipo de recta es la diagonal, que, esquemáticamente, se separa en ángulos iguales de las anteriores. Su tendencia hacia ambas es equivalente, lo cual determina su tono interior: reunión equivalente de frio y calidez. O sea, la forma más limpia de movimiento infinito y templado.

Otros ángulos de diagonales aumentan o disminuyen la temperatura de las mismas. Son las rectas libres. Y pueden ser centrales o acéntricas.

Las rectas horizontales, verticales y en menor medida las diagonales desarrollan tensión sobre el plano sin separarse de él. Son más estáticas que las libres. El máximo movimiento se da en las rectas libre acéntricas.

Forma del dibujo.
Rectas
Forma pictórica.
Colores primarios
Horizontal
Negro
Vertical
Blanco
Diagonal
Rojo o gris o verde
Recta libre
Amarillo o azul

El Plano Básico

El plano básico es el que contiene la obra. Está formado por dos líneas horizontales y dos verticales que le confieren el carácter frío y cálido y de reposo.

Si las proporciones de ambos son muy distintas el plano básico adquiere las características de las líneas predominantes. Los elementos que se sitúen en el interior no podrán cambiar la calidez o frialdad que por geometría presente el plano básico.

La forma más objetiva del plano básico es el cuadrado. Ambas sensaciones están neutralizadas.

La parte de arriba evoca mayor soltura, sensación de ligereza, de liberación y finalmente la libertad de la misma.

La soltura niega la densidad. Toda forma de cierta pesadez adquiere peso al acercarse a esta zona (Ligereza). La libertad produce impresión de movimiento.

La parte de abajo produce los efectos contrarios: condensación, pesadez, ligazón.

Izquierda y derecha tienen un sonido de reposo cálido que viene dado por las características de las dos verticales del plano básico.

Cómo en el caso de arriba la izquierda del plano básico representa mayor soltura, ligereza, liberación y libertad, aunque en menor cuantía que arriba. Siendo menores estos sonidos que en comparación con la parte de abajo del plano básico.

La parte derecha está ligada a la parte de abajo en cuanto a sonido (de la misma manera que lo está arriba con izquierda).

Las formas que dirigen sus tensiones hacia la izquierda son ‘aventuras’ y el movimiento de estas formas gana progresivamente en intensidad y rapidez.

El movimiento hacia la derecha es un movimiento hacia ‘casa’. Cansancio y reposo al final. Menos brillante y más lento cuanto más a la derecha se dirige.

Las cuatro fronteras en el plano básico:
Secuencia
Tensión
Literatura
Arriba
Hacia el
Cielo
Izquierda
Hacia la
Distancia
Derecha
Hacia la
Casa
Abajo
Hacia la
Tierra
No tomar esta tabla literalmente.

Cuatro zonas básicas en el plano básico:
  • Arriba – izquierda (a): combinación de máxima soltura
  • Abajo – derecha (d): máxima resistencia.
  • Arriba – derecha (b): resistencia moderada hacia arriba.
  • Abajo – izquierda (c): resistencia moderada hacia abajo.

  • B y C presentan antagonismo moderado.
  • CB – Tensión lírica – Diagonal armónica
  • DA – Tensión dramática – Diagonal inarmónica


La relación entre la distancia de la forma y los bordes tiene un papel muy importante: a través del acercamiento al borde del plano básico, una forma gana en tensión hasta que esa tensión, en el momento del contacto con el borde, desaparece súbitamente.

Referencias y bibliografía

  • “Kandinsky: Ensayos sobre arte y artistas” – Max Bill (Ed. Benteli, 2ª edición – 1963)
  • “Die Harmonie der Formen” – Wilhelm Ostwald – No editado en España.
  • “Pädagogisches Skizzenbuch” – Paul Klee – No editado en España.
  • “Das Bildnerische Denken” – Paul Klee – No editado en España.
  • “Lehrbuch der Harmonik” – Hans Kayser – No editado en España.
  • “Paintings, Sculptures Reflections” – Georges Vantorgerloo – No editado en España.

martes, 27 de noviembre de 2012

LA CARENCIA - A. PIZARNIK


Yo no sé de pájaros,
no conozco la historia del fuego.
Pero creo que mi soledad debería tener alas.
(Alejandra Pizarnik, de Las aventuras perdidas, 1958)

sábado, 17 de noviembre de 2012

VIAJE A ÍTACA - K. KAVÁFIS


Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca
debes rogar que el viaje sea largo,
lleno de peripecias, lleno de experiencias.
No has de temer ni a los lestrigones ni a los cíclopes,
ni la cólera del airado Poseidón.
Nunca tales monstruos hallarás en tu ruta
si tu pensamiento es elevado, si una exquisita
emoción penetra en tu alma y en tu cuerpo.
Los lestrigones y los cíclopes
y el feroz Poseidón no podrán encontrarte
si tú no los llevas ya dentro, en tu alma,
si tu alma no los conjura ante ti.

Debes rogar que el viaje sea largo,
que sean muchos los días de verano;
que te vean arribar con gozo, alegremente,
a puertos que tú antes ignorabas.
Que puedas detenerte en los mercados de Fenicia,
y comprar unas bellas mercancías:
madreperlas, coral, ébano, y ámbar,
y perfumes placenteros de mil clases.
Acude a muchas ciudades del Egipto
para aprender, y aprender de quienes saben.

Conserva siempre en tu alma la idea de Ítaca:
llegar allí, he aquí tu destino.
Mas no hagas con prisas tu camino;
mejor será que dure muchos años,
y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,
rico de cuanto habrás ganado en el camino.

No has de esperar que Ítaca te enriquezca:
Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje.
Sin ella, jamás habrías partido;
mas no tiene otra cosa que ofrecerte.

Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado.
Y siendo ya tan viejo, con tanta experiencia,
sin duda sabrás ya qué significan las Ítacas.

jueves, 15 de noviembre de 2012

MILAN KUNDERA


1
La idea del eterno retorno es misteriosa y con ella Nietzsche dejó perplejos a los demás filósofos: ¡pensar que alguna vez haya de repetirse todo tal como lo hemos vivido ya, y que incluso esa repetición haya de repetirse hasta el infinito! ¿Qué quiere decir ese mito demencial?

El mito del eterno retorno viene a decir, per negatio-nem, que una vida que desaparece de una vez para siempre, que no retorna, es como una sombra, carece de peso, está muerta de antemano y, si ha sido horrorosa, bella, elevada, ese horror, esa elevación o esa belleza nada significan. No es necesario que los tengamos en cuenta, igual que una guerra entre dos Estados africanos en el siglo catorce que no cambió en nada la faz de la tierra, aunque en ella murieran, en medio de indecibles padecimientos, trescientos mil negros.

¿Cambia en algo la guerra entre dos Estados africanos si se repite incontables veces en un eterno retorno?

Cambia: se convierte en un bloque que sobresale y perdura, y su estupidez será irreparable.

Si la Revolución francesa tuviera que repetirse eternamente, la historiografía francesa estaría menos orgullosa de Robespierre. Pero dado que habla de algo que ya no volverá a ocurrir, los años sangrientos se convierten en meras palabras, en teorías, en discusiones, se vuelven más ligeros que una pluma, no dan miedo. Hay una diferencia infinita entre el Robespierre que apareció sólo una vez en la historia y un Robespierre que volviera eternamente a cortarle la cabeza a los franceses.

Digamos, por tanto, que la idea del eterno retorno significa cierta perspectiva desde la cual las cosas aparecen de un modo distinto ha como las conocemos: aparecen sin la circunstancia atenuante de su fugacidad. Esta circunstancia atenuante es la que nos impide pronunciar condena alguna. ¿Cómo es posible condenar algo fugaz? El crepúsculo de la desaparición lo baña todo con la magia de la nostalgia; todo, incluida la guillotina.

No hace mucho me sorprendí a mí mismo con una sensación increíble: estaba hojeando un libro sobre Hitler y al ver algunas de las fotografías me emocioné: me habían recordado el tiempo de mi infancia; la viví durante la guerra; algunos de mis parientes murieron en los campos de concentración de Hitler; ¿pero qué era su muerte en comparación con el hecho de que las fotografías de Hitler me habían recordado un tiempo pasado de mi vida, un tiempo que no volverá?

Esta reconciliación con Hitler demuestra la profunda perversión moral que va unida a un mundo basado esencialmente en la inexistencia del retorno, porque en ese mundo todo está perdonado de antemano y, por tanto, todo cínicamente permitido.

2
Si cada uno de los instantes de nuestra vida se va a repetir infinitas veces, estamos clavados a la eternidad como Jesucristo a la cruz. La imagen es terrible. En el mundo del eterno retorno descansa sobre cada gesto el peso de una insoportable responsabilidad. Ese es el motivo por el cual Nietzsche llamó a la idea del eterno retorno la carga más pesada (das schwerste Gewicht).

Pero si el eterno retorno es la carga más pesada, entonces nuestras vidas pueden aparecer, sobre ese telón de fondo, en toda su maravillosa levedad.

¿Pero es de verdad terrible el peso y maravillosa la levedad?

La carga más pesada nos destroza, somos derribados por ella, nos aplasta contra la tierra. Pero en la poesía amatoria de todas las épocas la mujer desea cargar con el peso del cuerpo del hombre. La carga más pesada es por lo tanto, a la vez, la imagen de la más intensa plenitud de la vida. Cuanto más pesada sea la carga, más a ras de tierra estará nuestra vida, más real y verdadera será.

Por el contrario, la ausencia absoluta de carga hace que el hombre se vuelva más ligero que el aire, vuele hacia lo alto, se distancie de la tierra, de su ser terreno, que sea real sólo a medias y sus movimientos sean tan libres como insignificantes.

Entonces, ¿qué hemos de elegir? ¿El peso o la levedad?

Este fue el interrogante que se planteó Parménides en el siglo sexto antes de Cristo. A su juicio todo el mundo estaba dividido en principios contradictorios: luz-oscuridad; sutil-tosco; calor-frío; ser-no ser. Uno de los polos de la contradicción era, según él, positivo (la luz, el calor, lo fino, el ser), el otro negativo. Semejante división entre polos positivos y negativos puede parecemos puerilmente simple. Con una excepción: ¿qué es lo positivo, el peso o la levedad?

Parménides respondió: la levedad es positiva, el peso es negativo.

¿Tenía razón o no? Es una incógnita. Sólo una cosa es segura: la contradicción entre peso y levedad es la más misteriosa y equívoca de todas las contradicciones.

domingo, 28 de octubre de 2012

EL JARDÍN DE LAS DELICIAS - MARCO DENEVI

Amores digitales
Después de haber sido rescatada, Helena la de Troya le aconsejaba a Menelao, su marido: “Si quieres castigar a Paris por haberme raptado, está bien, cástralo. Se lo merece. Pero ojo: si vas a castrarlo, no te equivoques y córtale los dedos de las manos. Yo sé por qué lo digo”.


----------------------o-o----------------------

Lamento de una mujer generosa 
¡Mezquina naturaleza, que sólo me concediste tres orificios para complacer al hombre que amo!

----------------------o-o----------------------

Llanto y luto
La diosa Ceres descendió rauda a la Tierra y entró como una tromba en la casa de su hija Proserpina: ¡Descocada! Ayer enterraste a tu marido y hoy recibes la visita de otro hombre! Proserpina no se inmutó: -Hoy. Pero ayer le prohibí la entrada.

----------------------o-o----------------------

Escrito en los muros del templo de Afrodita en Pafos
“Ama o sálvate: elige".

----------------------o-o----------------------

Consejo de Medea a una muchacha
Si no quieres que tu amante te abandone, cámbialo por otro.

miércoles, 18 de julio de 2012

PENDRIVE PERDIDO


El escritor chipionero afincado en Alicante José Antonio Castro Cebrián, autor de la novela “El Cementerio de la Alegría”, recientemente publicada por Martínez Roca (Grupo Planeta), ofrece una gratificación a aquella persona que le de la información necesaria para recuperar un pendrive donde guardaba parte del trabajo de la nueva novela en la cual estaba trabajando. Los posibles lugares en los cuales puede haberlos extraviado son: Barcelona, en el barrio gótico, en... el Corte Inglés de Porta del Ángel, en Sitges; Alicante, en la feria del libro de esta ciudad, en el pub Nepal, o el FNAC; o incluso cualquier otra parte de España, puesto que cabe la posibilidad de haberlo extraviado en la estación de Sant de Barcelona o el aeropuerto del Prat. El pendrive estaba encriptado, por lo que la información que en él hay no puede ser leído más que por la persona que sepa la clave, y el valor es meramente literario y para el autor en cuestión.Se ruega que si alguien lo encuentra o tiene alguna información al respecto, se ponga en contacto con el autor en el email castce@hotmail.com. Será, como se ha dicho, convenientemente gratificado. “Amigos, os pido difundáis este mensaje entre todos vuestros contactos, y asimismo que ellos hagan lo mismo. También os pido lo publiquéis en vuestros muros de Facebook, quien posea, o en twiter, o en blogs, o en webs… en cualquier medio que sirva para la divulgación de este mensaje.Os lo agradezco de corazón. Muchísimas horas, días, semanas de trabajo, meses, van en ese dichoso pendrive…Un abrazo a todos.José Antonio Castro Cebrián

lunes, 30 de abril de 2012

LA SILLA - MANUEL VICENT


Estaba en la terraza de un bar leyendo el periódico a la hora del aperitivo un domingo de otoño y de pronto le sobrevino la muerte, pero no notó nada, porque en el más allá le siguió atendiendo el mismo camarero y las noticias del periódico eran exactamente las mismas. El músico búlgaro continuaba tocando el mismo vals con el acordeón a cambio de unas monedas, solo que el amigo que le acompañaba se había quedado en la Tierra y ahora su silla estaba vacía.

Comenzó a sospechar que algo raro le había sucedido a su vida cuando, al pedir con cierta ansiedad otra cerveza, el camarero le dijo: "calma, calma, señor, ¿a qué viene tanta prisa?, tenemos toda la eternidad por delante". Después se le acercó un tipo a ofrecerle un décimo de lotería cuyo número estaba formado sólo por cinco ceros, pero no le importó nada haber muerto si en el otro lado había también una terraza para tomar el aperitivo una mañana de domingo bajo los árboles dorados. Puesto que se encontraba en el más allá, aquella plazoleta tan agradable, cubierta de hojas amarillas, no podía ser más que el paraíso, a menos que se tratara de un espacio reservado donde debía esperar antes de ser juzgado.

En la terraza había parejas jóvenes con niños y un caballero con aspecto de general retirado observaba atentamente cómo en el alcorque de una acacia defecaba su perro. A fin de cuentas permanecer a la espera del Juicio Final tomando una cerveza con gambas tampoco era tan penoso. Por si acaso se presentaba un ángel con autoridad para llevarlo ante un tribunal, este hombre dejó de leer el periódico y comenzó a revisar su conciencia por ver si en ella encontraba algún rastro de culpa. Se llevó una sorpresa al comprobar que de su paso por la Tierra solo recordaba los siete colores del arco iris y la bicicleta Orbea que de niño le llevaba a la playa.

Le costaba imaginar que había muerto, ya que la luz de hojas amarillas de aquella terraza era la misma que iluminó los últimos instantes de su vida. En ese momento alguien se acercó a pedirle fuego y después de prender el cigarrillo, le preguntó: "¿se sabe ya a qué hora van a sonar las trompetas?". Cuando el mendigo búlgaro cesó de tocar el vals con el acordeón, le tendió un cazo de estaño pidiéndole limosna y el hombre le entregó una moneda acuñada en una fecha que coincidía con el día de su nacimiento. A su alrededor sucedían estos hechos curiosos, aunque, en realidad, la única prueba de que estaba muerto era que a su lado había una silla vacía, pero el hombre siguió tranquilamente bebiendo su cerveza."

sábado, 28 de abril de 2012

KURT VONNEGUT

Si de verdad quieres hacerles daño a tus padres y no tienes el valor de ser gay lo mínimo que puedes hacer es dedicarte a las artes. No bromeo. Las artes no son una vía para ganarse la vida. Son una manera muy humana de hacer de la vida algo más soportable. Ejercer un arte, no importa si bien o mal, hace que tu alma crezca, ¡por Dios! Canta en la ducha. Baila con la radio. Cuenta cuentos. Escríbele un poema a un amigo, aunque sea un poema horrible. Hazlo lo mejor que puedas. Obtendrás una enorme recompensa. Habrás creado algo.

Un hombre sin patria, 2005

If you want to really hurt your parents, and you don’t have the nerve to be gay, the least you can do is go into the arts. I’m not kidding. The arts are not a way to make a living. They are a very human way of making life more bearable. Practicing an art, no matter how well or badly, is a way to make your soul grow, for heaven’s sake. Sing in the shower. Dance to the radio. Tell stories. Write a poem to a friend, even a lousy poem. Do it as well as you possibly can. You will get an enormous reward. You will have created something.

A Man Without a Country, 2005

miércoles, 28 de marzo de 2012

BELCHI'S TEA


TE DE ESPECIAS
SPICES TEA
1 litro de agua
1 rama de canela
3 clavos
3 gramos de pimienta de Jamaica.
3 cardamomos machacados
1 cucharada de hojas de té negro
1 liter of water
1 cinnamon stick
3 cloves
3 grams of allspice
3 crushed cardamoms
1 tablespoon black tea leaves
Se calientan a fuego lento el agua y las especias durante 5 minutos; a continuación se llevan a ebullición y se echan sobre el té en una tetera. Se dejan en infusión durante cinco minutos.
Simmer water and spices for 5 minutes, boil and pour over the tea in a teapot. Infuse it for five minutes.

Del libro Tes y tisanas. Jill Norman.
From the book: Teas and tisanes. Jill Norman.

domingo, 18 de marzo de 2012

BENEDICT CUMBERBATCH READING ODE TO A NIGHTINGALE - JOHN KEATS


My heart aches, and a drowsy numbness pains
     My sense, as though of hemlock I had drunk,
Or emptied some dull opiate to the drains
    One minute past, and Lethe-wards had sunk:
'Tis not through envy of thy happy lot,
    But being too happy in thine happiness, -
        That thou, light-winged Dryad of the trees,
                In some melodious plot
    Of beechen green and shadows numberless,
        Singest of summer in full-throated ease.

O, for a draught of vintage! that hath been
    Cool'd a long age in the deep-delved earth,
Tasting of Flora and the country green,
    Dance, and Provençal song, and sunburnt mirth!
O for a beaker full of the warm South,
    Full of the true, the blushful Hippocrene,
       With beaded bubbles winking at the brim,
              And purple-stained mouth;
    That I might drink, and leave the world unseen,
        And with thee fade away into the forest dim:

Fade far away, dissolve, and quite forget
    What thou among the leaves hast never known,
The weariness, the fever, and the fret
    Here, where men sit and hear each other groan;
Where palsy shakes a few, sad, last gray hairs,
   Where youth grows pale, and spectre-thin, and dies;
      Where but to think is to be full of sorrow
              And leaden-eyed despairs,
   Where Beauty cannot keep her lustrous eyes,
      Or new Love pine at them beyond to-morrow.

Away! away! for I will fly to thee,
    Not charioted by Bacchus and his pards,
But on the viewless wings of Poesy,
    Though the dull brain perplexes and retards:
Already with thee! tender is the night,
    And haply the Queen-Moon is on her throne,
        Cluster'd around by all her starry Fays;
               But here there is no light,
    Save what from heaven is with the breezes blown
        Through verdurous glooms and winding mossy ways.

I cannot see what flowers are at my feet,
    Nor what soft incense hangs upon the boughs,
But, in embalmed darkness, guess each sweet
    Wherewith the seasonable month endows
The grass, the thicket, and the fruit-tree wild;
    White hawthorn, and the pastoral eglantine;
        Fast fading violets cover'd up in leaves;
               And mid-May's eldest child,
    The coming musk-rose, full of dewy wine,
        The murmurous haunt of flies on summer eves.

Darkling I listen; and, for many a time
    I have been half in love with easeful Death,
Call'd him soft names in many a mused rhyme,
    To take into the air my quiet breath;
Now more than ever seems it rich to die,
    To cease upon the midnight with no pain,
       While thou art pouring forth thy soul abroad
               In such an ecstasy!
     Still wouldst thou sing, and I have ears in vain -
         To thy high requiem become a sod.

Thou wast not born for death, immortal Bird!
    No hungry generations tread thee down;
The voice I hear this passing night was heard
     In ancient days by emperor and clown:
Perhaps the self-same song that found a path
    Through the sad heart of Ruth, when, sick for home,
        She stood in tears amid the alien corn;
                The same that oft-times hath
    Charm'd magic casements, opening on the foam
        Of perilous seas, in faery lands forlorn.

Forlorn! the very word is like a bell
    To toll me back from thee to my sole self!
Adieu! the fancy cannot cheat so well
    As she is fam'd to do, deceiving elf.
Adieu! adieu! thy plaintive anthem fades
    Past the near meadows, over the still stream,
        Up the hill-side; and now 'tis buried deep
                 In the next valley-glades:
    Was it a vision, or a waking dream?
        Fled is that music: - Do I wake or sleep?


Me duele el corazón y un pesado letargo
aflige a mis sentidos, tal si hubiera bebido
cicuta o apurado un opiato hace sólo
un instante y me hubiera sumido en el Leteo:
y esto no es porque tenga envidia de tu suerte,
sino porque feliz me siento con tu dicha
cuando, ligera dríade alada de los árboles,
en algún melodioso lugar de verdes hayas
e innumerables sombras
brota en el estío tu canto enajenado.

¡Oh, si un trago de vino largo tiempo enfriado
en las profundas cuevas de la tierra
que supiera a Flora y a la verde campiña,
canciones provenzales, sol, danza y regocijo;
oh, si una copa de caliente sur,
llena de la mismísima, ruborosa Hipocrene,
ensartadas burbujas titilando en los bordes,
purpúrea la boca: si pudiera beber
y abandonar el mundo inadvertido
y junto a ti perderme por el oscuro bosque!

Perderme a lo lejos, deshacerme, olvidar
que entre las hojas tú nunca has conocido
la inquietud, el cansancio y la fiebre
aquí, donde los hombres tan sólo se lamentan
y tiemblan de parálisis postreras, tristes canas,
donde crecen los jóvenes como espectros y mueren,
donde aun el pensamiento se llena de tristeza
y de desesperanzas, donde ni la Belleza
puede salvaguardar sus luminosos ojos
por los que el nuevo amor perece sin mañana.

¡Lejos! ¡Muy lejos! He de volar hacia ti.
No me conducirán leopardos de Baco
sino unas invisibles y poéticas alas;
aunque torpe y confusa se retrase mi mente:
¡ya estoy contigo! Suave es la noche
y tal vez en su trono aparezca la luna
circundada de mágicas estrellas.
Pero aquí no hay luz, salvo la que acompaña
desde el cielo el soplo de la brisa cruzando
el oscuro verdor y veredas de musgo.

No puedo ver qué flores hay a mis pies
ni el blando incienso suspendido en las ramas,
pero en la embalsamada oscuridad presiento
cada uno de los dones con los que la estación
dota a la hierba, los árboles silvestres, la espesura:
pastoril eglantina y blanco espino,
violetas marcesibles recubiertas de hojas
y el primer nuevo brote de mediados de mayo,
la rosa del almizcle rociada de vino,
morada rumorosa de moscas en verano.

A oscuras escucho. Y en más de una ocasión
he amado el alivio que depara la muerte
invocándola con ternura en versos meditados
para que disipara en el aire mi aliento.
Ahora más que nunca morir parece dulce,
dejar de existir sin pena a medianoche
¡mientras se te derrama afuera el alma
en semejante éxtasis! Seguiría tu canto
y te habría escuchado yo en vano:
a tu requiem conviene un pedazo de tierra.

¡No conoces la muerte, Pájaro inmortal!
No te hollará caído generación hambrienta.
La voz que ahora escucho mientras pasa la noche
fue oída en otros tiempos por reyes y bufones;
tal vez fuera este mismo canto el que una senda
encontró en el triste corazón de Ruth, cuando
enferma de añoranza, se sumía en el llanto
rodeada de trigos extranjeros,
la misma que otras veces ha encantado mágicas
ventanas que se abren a peligrosos mares
en prodigiosas tierras ya olvidadas.

¡Olvidadas! El mismo tañer de esta palabra
me devuelve, ya lejos de ti, a mi soledad.
¡Adiós! La Fantasía no consigue engañarnos
tanto, duende falaz, como dice la fama.
¡Adiós! Tu lastimero himno se desvanece
al pasar por los prados vecinos, el tranquilo
arroyo y la colina; ahora es enterrado
en los calveros del cercano valle.
¿He soñado despierto o ha sido una visión?
Ha volado la música. ¿Estoy despierto o duermo?

John Keats

lunes, 6 de junio de 2011

CONVICCIONES


Uno tiene convicciones y vive con ellas. Si las abandona, ¿qué queda? Nada. Aunque las cosas no sean tan puras como las imaginé, sigo siendo lo que he sido. Al menos, puedo decirme a mí mismo que no me he dejado contaminar.

El Tiempo, Bogotá, 9 de julio de 2007
José Saramago en sus palabras

viernes, 3 de junio de 2011

LEONARD COHEN PREMIADO CON EL PRINCIPE DE ASTURIAS DE LAS LETRAS


Es una buena noticia para todos los que amamos la obra de Cohen. Recuerdo muchas conversaciones con mi tio Paul en las que nos preguntábamos el porqué de que ciertos músicos o cantantes no estuvieran suficientemente valorados cono escritores. Imagino que el tiempo va poniendo las cosas en su sitio. Quizás en unos años podamos disfrutar también de la noticia de un galardón parecido para Dylan.

De momento espero que este premio sirva para que alguna editorial se decida a reeditar 'Los hermosos vencidos' que ni en librerías (físicas ni on-line) ni a través de amigos ni en páginas piratas he conseguido encontrar.
Catherine Tekakwitha, ¿quién eres? ¿Eres (1656-1680)? ¿Basta con eso? ¿Eres la Virgen Iroquesa? ¿Eres la Azucena de las Orillas del rio Mohawk? ¿Me dejas amarte a mi modo? Soy un viejo erudito, con mejor aspecto ahora que cuando era joven. Eso es lo que pasa a tu cara por estar todo el tiempo con el trasero pegado a una silla. Te he seguido, Catherine Tekakwitha. Quiero saber lo que pasa debajo de esa manta rosada. ¿Tengo derecho a ello? Me enamoré de un cuadro religioso que te representaba. Te hallabas de pie entre unos abedules, mis árboles favoritos. Dios sabe hasta donde llegarían los cordones de tus mocasines. Detrás de ti había un río, sin duda el Mohawk. En primer término, a la izquierda, dos pájaros que disfrutarían mucho si se les hiciera cosquillas en las blancas gargantas o se les citara como ejemplo de cualquier cosa en una parábola.
Los hermosos vencidos - fragmento.

miércoles, 27 de abril de 2011

¿DÍA DEL LIBRO?

Perpleja me quedé cuando leí que este año, por motivo de coincidir con la semana santa, el día del libro se trasladaría del 23 de abril al 27.

En fin, sinsentidos aparte, os dejo imágenes de mis últimas adquisiciones. Cómo veis muchas Vanguardias.

De lo espiritual en el arte - Kandinsky - Ed Paidos.

Punto y linea sobre el plano - Kandinsky - Ed. Paidos

El arte moderno. 1900 - 1945: La época de las vanguardias - Gabriele Crepaldi - Ed. Electa

La leyenda del artista - Ernst Kris y Otto Kurz - Cátedra


lunes, 25 de abril de 2011

AND DEATH SHALL HAVE NO DOMINION (Y LA MUERTE NO TENDRÁ SEÑORÍO) – DYLAN THOMAS




And death shall have no dominion.
Dead men naked they shall be one
With the man in the wind and the west moon;
When their bones are picked clean and the clean bones gone,
They shall have stars at elbow and foot;
Though they go mad they shall be sane,
Though they sink through the sea they shall rise again;
Though lovers be lost love shall not;
And death shall have no dominion

And death shall have no dominion.
Under the windings of the sea
They lying long shall not die windily;
Twisting on racks when sinews give way,
Strapped to a wheel, yet they shall not break;
Faith in their hands shall snap in two,
And the unicorn evils run them through;
Split all ends up they shan't crack;
And death shall have no dominion.

And death shall have no dominion.
No more may gulls cry at their ears
Or waves break loud on the seashores;
Where blew a flower may a flower no more
Lift its head to the blows of the rain;
Though they be mad and dead as nails,
Heads of the characters hammer through daisies;
Break in the sun till the sun breaks down,
And death shall have no dominion.


Y la muerte no tendrá señorío.
Desnudos los muertos se habrán confundido
con el hombre del viento y la luna poniente;
cuando sus huesos estén roídos y sean polvo los limpios,
tendrán estrellas a sus codos y a sus pies;
aunque se vuelvan locos serán cuerdos,
aunque se hundan en el mar saldrán de nuevo,
aunque los amantes se pierdan quedará el amor;
y la muerte no tendrá señorío.

Y la muerte no tendrá señorío.
Bajo las ondulaciones del mar
los que yacen tendidos no morirán aterrados;
retorciéndose en el potro cuando los nervios ceden,
amarrados a una rueda, aún no se romperán;
la fe en sus manos se partirá en dos,
y los penetrarán los daños unicornes;
rotos todos los cabos ya no crujirán más;
y la muerte no tendrá señorío.

Y la muerte no tendrá señorío.
Aunque las gaviotas no griten más en su oído
ni las olas estallen ruidosas en las costas;
aunque no broten flores donde antes brotaron ni levanten
ya más la cabeza al golpe de la lluvia;
aunque estén locos y muertos como clavos,
las cabezas de los cadáveres martillearan margaritas;
estallarán al sol hasta que el sol estalle,
y la muerte no tendrá señorío.

sábado, 23 de abril de 2011

EL CUERVO – E. A. POE



Una vez, en una taciturna media noche,
mientras meditaba débil y fatigado,
sobre un curioso y extraño volumen
de sabiduría antigua,
mientras cabeceaba, soñoliento,
de repente algo sonó,
como el rumor de alguien llamando
suavemente a la puerta de mi habitación.
"Es alguien que viene a visitarme - murmuré
y llama a la puerta de mi habitación.
Sólo eso, nada más."

Ah, recuerdo claramente
que era en el negro Diciembre.
Y que cada chispazo de los truenos hacía
danzar en el suelo su espectro.
Ardientemente deseaba la aurora;
vagamente me proponía extraer
de mis libros una distracción para mi tristeza,
para mi tristeza para mi Leonor perdida,
la rara y radiante joven
a quien los ángeles llamaban Leonor,
para quien, aquí, nunca más habrá nombre.

Y el incierto y triste crujir de la seda
de cada cortinaje de púrpura
me estremecía, me llenaba
de fantásticos temores nunca sentidos,
por lo que, a fin de calmar los latidos
de mi corazón, me embelesaba repitiendo:
"Será un visitante que quiere entrar
y llama a la puerta de mi habitación.
Algún visitante retrasado que quiere entrar
y llama a la puerta de mi habitación.
Eso debe ser, y nada más."

De repente, mi alma, se revistió de fuerza;
y sin dudar más
dije:
"Señor, o señora,
les pido en verdad perdón;
pero lo cierto es que me adormecí y
habéis llamado tan suavemente
y tan débilmente habéis llamado
a la puerta de mi habitación
que no estaba seguro de haberos oído"
Abrí la puerta.
Oscuridad y nada más.

Mirando a través de la sombra,
estuve mucho rato maravillado,
extrañado dudando, soñando más sueños que
ningún mortal se habría atrevido a soñar,
pero el silencio se rompió
y la quietud no hizo ninguna señal,
y la única palabra allí hablada fue
la palabra dicha en un susurro "¡Leonor!"
Esto dije susurrando, y el eco respondió
en un murmullo la palabra "¡Leonor!"
Simplemente esto y nada más.

Al entrar de nuevo en mi habitación,
toda mi alma abrasándose,
muy pronto de nuevo, oí una llamada
más fuerte que antes.
"Seguramente -dije-, seguramente es
alguien en la persiana de mi ventana.
Déjame ver, entonces, lo que es,
y resolver este misterio;
que mi corazón se calme un momento
y averigüe este misterio.
¡Es el viento y nada más."

Empujé la ventana hacia afuera,
cuando, con una gran agitación
y movimientos de alas
irrumpió un majestuoso cuervo
de los santos días de antaño.
No hizo ninguna reverencia;
no se paró ni dudó un momento;
pero, con una actitud de Lord o de Lady,
trepó sobre la puerta de mi habitación,
encima de un busto de Blas,
encima de la puerta de mi habitación.
Se posó y nada más.

Entonces aquel pájaro de ébano,
induciendo a sonreír mi triste ilusión
a causa de la grave y severa
solemnidad de su aspecto.
"Aunque tu cresta sea lisa y rasa
-le dije-, tú no eres un cobarde"
Un torvo espectral y antiguo cuervo,
que errando llegas de la orilla de la noche
Dime: "¿Cual es tu nombre señorial
en las orillas plutónicas de la noche?"
El cuervo dijo: "Nunca más."

Me maravillé al escuchar aquel desgarbado
volátil expresarse tan claramente,
aunque su respuesta tuviera
poco sentido y poca oportunidad;
porque hay que reconocer
que ningún humano o viviente
nunca se hubiera preciado de ver
un pájaro encima de la puerta de su habitación.
Con un nombre como "Nunca más."

Pero el cuervo, sentado en solitario
en el plácido busto, sólo dijo
con aquellas palabras, como si con ellas
desparramara su alma.
No dijo entonces nada más,
no movió entonces ni una sola pluma.
Hasta que yo murmuré: "Otros amigos
han volado ya antes."

En la madrugada me abandonará,
como antes mis esperanzas han volado.
Entonces el pájaro dijo: "Nunca más."

Estremecido por la calma,
rota por una réplica tan bien dada,
dije: "Sin duda."
Esto que ha dicho
es todo su fondo y su bagaje,
tomado de cualquier infeliz maestro
al que el impío desastre
siguió rápido y siguió más rápido
hasta que sus acciones fueron
un refrán único.

Hasta que los cánticos fúnebres
de su esperanza, llevaran la melancólica carga de
"Nunca - nunca más"
Pero el cuervo, induciendo todavía
mi ilusión a sonreír,
me impulsó a empujar de súbito
una silla de cojines delante del pájaro,
del busto y la puerta;
entonces, sumergido en el terciopelo,
empecé yo mismo a encadenar
ilusión tras ilusión, pensando
en lo que aquel siniestro pájaro de antaño
quería decir al gemir "Nunca más"

Me senté, ocupado en averiguarlo,
pero sin pronunciar una sílaba
frente al ave cuyos fieros ojos, ahora
quemaban lo más profundo de mi pecho;
esto y más conjeturaba,
sentado con la cabeza reclinada cómodamente.
Tendido en los cojines de terciopelo
que reflejaban la luz de la lámpara.
Pero en cuyo terciopelo violeta,
reflejando la luz de la lámpara,
ella no se sentará ¡ah, nunca más!

Entonces, creo, el aire se volvió
más denso, perfumado por un invisible incienso
brindado por serafines cuyas pisadas
sonaban en el alfombrado.
Miserable -grité-. Tu dios te ha permitido,
a través de estos ángeles te ha dado un descanso.
Descanso y olvido de las memorias de Leonor.
Bebe, oh bebe este buen filtro,
y olvida esa Leonor perdida.
El cuervo dijo: "Nunca más"

"Profeta" -dije- ser maligno,
pájaro o demonio, siempre profeta,
si el tentador te ha enviado,
o la tempestad te ha empujado hacia estas costas,
desolado, aunque intrépido,
hacia esta desierta tierra encantada,
hacia esta casa tan frecuentada
por el honor. Dime la verdad, te lo imploro.

¿Hay, hay bálsamo en Galad? ¡Dime,
dime, te lo ruego!
El cuervo dijo: "Nunca más"

Profeta -dije-, ser maligno,
pájaro o demonio, siempre profeta,
por ese cielo que se cierne sobre nosotros,
por ese dios que ambos adoramos,
dile a esta pobre alma cargada
de angustia, si en el lejano Edén
podré abrazar a una joven santificada
a quien los ángeles llaman Leonor,
abrazar a una preciosa y radiante
doncella a quien los ángeles llaman Leonor.
El cuervo dijo: "Nunca más"

Que esta palabra sea la señal de nuestra separación,
pájaro o demonio - grité
incorporándome.
¡Vuelve a la tempestad
y la ribera plutoniana de la noche!
No dejes ni una pluma negra como prenda
de la mentira que ha dicho tu alma.
¡Deja intacta mi soledad!
¡Aparta tu busto de mi puerta!
¡Aparta tu pico de mi corazón,
aleja tu forma de mi puerta!
El cuervo dijo: "Nunca más"

Y el cuervo sin revolotear, todavía posado,
todavía posado,
en el pálido busto de Palas
encima de la puerta de mi habitación,
sus ojos teniendo todo el parecido
del demonio en que está soñando,
y la luz de la lámpara que le cae encima,
proyecta en el suelo su sombra.
Y mi alma, de la sombra que yace flotando
en el suelo no se levantará...
¡Nunca más!