domingo, 16 de enero de 2011

THE COURT OF THE CRIMSON KING - KING CRIMSON


LETRA
The dance of the puppets
The rusted chains of prison moons
Are shattered by the sun.
I walk a road, horizons change
The tournament's begun.
The purple piper plays his tune,
The choir softly sing;
Three lullabies in an ancient tongue,
For the court of the crimson king.

The keeper of the city keys
Put shutters on the dreams.
I wait outside the pilgrim's door
With insufficient schemes.
The black queen chants
The funeral march,
The cracked brass bells will ring;
To summon back the fire witch
To the court of the crimson king.

The gardener plants an evergreen
Whilst trampling on a flower.
I chase the wind of a prism ship
To taste the sweet and sour.
The pattern juggler lifts his hand;
The orchestra begin.
As slowly turns the grinding wheel
In the court of the crimson king.

On soft gray mornings widows cry
The wise men share a joke;
I run to grasp divining signs
To satisfy the hoax.
The yellow jester does not play
But gentle pulls the strings
And smiles as the puppets dance
In the court of the crimson king.

TRADUCCIÓN
El cortejo del Rey Carmesí
Traducción: Pablo M. Beleña

Las cadenas oxidadas de las lunas prisioneras
están destrozadas por el Sol.
Recorro un camino, los horizontes cambian.
Los festejos han empezado.
El flautista de púrpura toca su melodía,
el coro canta suavemente;
tres canciones de cuna en una antigua lengua,
para el cortejo del rey Carmesí.

El guardián de las llaves de la ciudad
pone cierres a los sueños.
Ante la puerta del peregrino
espero sin ningún fin.
La reina de luto entona
la marcha fúnebre,
sonarán las delicadas y broncíneas campanas;
para convocar a la maga del fuego
al cortejo del rey Carmesí.

Al tiempo que el jardinero planta un árbol perenne,
pisa una flor.
Persigo al viento que despide una nave
para probar lo que es dulce y lo que es amargo.
El director levanta su mano;
la orquesta ya puede empezar a tocar
al ritmo lento de la rueda de un molino
en el cortejo del rey Carmesí.

Ante tiernos llantos de viudas en mañanas tristes,
los sabios hablan sobre sandeces;
Me apresuro por comprender los signos divinos
que expliquen toda esta farsa.
El bufón de amarillo no toca,
pero suavemente raspa las cuerdas
sonriendo ante la danza de títeres
en el cortejo del rey Carmesí.

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