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martes, 1 de junio de 2010

EL TIEMPO (Que no se puede conceder que es concedido)



Leyendo los diarios de Thomas Mann, me encontré con dos entradas correspondientes a la Nochevieja del ’37 y del ’39, en las que Mann habla del tiempo.

Viernes, 31 de diciembre de 1937.
En ese ‘traer’ es realmente en lo que creo y en lo que tengo esperanzas, y no en la energía y la actividad. El tiempo lo trae todo. ¡Séame el tiempo deparado!

Domingo, 31 de diciembre de 1939
El segundo fin de año en este país. Coloqué el nuevo taco del calendario. ¡Con qué ansiedad espera uno el próximo y funesto año! Todo cuanto uno hace adquiere cada vez más el carácter de pasatiempo. Que al menos éste sea honroso.
Thomas Mann – Diarios (1937 – 1939) – Plaza y Janés
Edición y traducción de Pedro Galvez.

Y Chaouen, que viene en mi auxilio y me regala ‘su tiempo’.


El tiempo,
Tan lleno de silencios y gemidos,
Palabras y rotaciones al sol
Que parece que va a venir y ya se ha ido

El sexo,
Es Dios porque es el fondo del abismo
El mundo es tan solo un espejismo
Del agua que es la sangre del olvido

El viento,
Que es la libertad del movimiento
Jugando al esconder con todo el tiempo
Que a mí se me detiene en tu ombligo

Y las arrugas de tu piel, amor
Es señal de que este tiempo se queda contigo
Y las arrugas de tu piel, amor
Es tiempo que te dibuja los rostros que has sido

El tiempo,
Que no se pierde que siempre es presente
Que es el terciopelo de la muerte
Que no se puede conceder que es concedido.

El tiempo,
Que da de beber a las noches en que sueño
Y de mamar a los relojes del cielo
El hombre que mata al tiempo hace un suicidio.

El viento,
Que es la libertad del movimiento
Jugando al esconder con todo el tiempo
Que a mí se me detiene en tu ombligo

Y las arrugas de tu piel, amor
Es señal de que este tiempo se queda contigo
Y las arrugas de tu piel, amor
Es tiempo que te dibuja los rostros que has sido

Tiempo que va que viene
Que sí que no
Que campa y llueve en tu corazón
Y el tiempo, que quiere tener razón
El tiempo que no es más
El tiempo que se va
En las caladas de mi pobre corazón
El tiempo que no es más
Que una excepción vital
En el silencio de tu pobre corazón

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