Poder reproducir un color de una manera sencilla es una tarea imprescindible a la hora de diseñar una pieza. Llega un momento en el que o bien te decantas por los colores que vienen de fábrica, y por lo tanto tus trabajos se convierten en algo previsible, monótono y vulgar, o bien buscas la manera de crear tu propia paleta cromática.
Este es por ahora uno de mis proyectos que empieza a tomar forma. En este momento ya tengo hecha en arcilla la carta de colores de Kato. 155 tonos fácilmente reproducibles, en los que se juega con los tintes y las sombras.
El siguiente paso vendrá dado por la confección de otros muestrarios: mezcla de primarios entre sí, paleta de neutros, combinaciones de metálicos… Un arduo trabajo que a la larga, no sólo facilita el proceso creativo, sino que le confiere a los diseños un toque de personalidad y distinción.
Muestrario de colores terminado - Como collar también es interesante.
Pues si, tienes razón, debería dedicarle un tiempo a esto, hace tiempo que lo pienso pero no encuentro el momento.
ResponderEliminarLa verdad es que al principio resulta una tarea un poco tediosa, pero a medida que vas avanzando se hace más ameno. Además del hecho de lo que se puede aprender del funcionamiento de las mezclas durante todo el proceso.
ResponderEliminarBesos
Ana
Hace tiempo que lo tengo casi todo a punto para ponerme con la carta de colores de Kato, pero el tiempo se me resiste...
ResponderEliminarEl collar-paleta ¡espectacular! XD
Besos
Que pasada!!!! No te falta arcilla ehh!
ResponderEliminarJajajaja, tenía cantidades ingentes de arcilla en el taller, imagina que aún tengo arcilla de la que venía empaquetada en paquetes de tres onzas.
ResponderEliminarY por supuesto ahora con Decoman tampoco me falta :)
Besotes.
Ana