Resulta increíble que ciertos derechos fundamentales del ser humano como la identidad sexual, la igualdad de derechos y deberes de mujeres y hombres o el derecho al aborto sigan supeditados a las clases gobernantes. Estos derechos son propios de la especie humana y no de la moral de la misma, que en el llamado primer mundo por el capitalismo, están claramente supeditados a una moral cristiana que venimos arrastrando desde hace demasiado tiempo.
No existiría debate sobre el aborto si en lugar de atender a la concepción católica de la vida, esa que dice que el feto masculino adquiere la vida varias semanas antes que el femenino, nos centráramos en la ciencia.
Claro que abortar no es un acto sencillo, ¿alguna vez habéis pasado una mañana en una clínica donde se practiquen abortos? Pero no lo es porque el peso cultural (el de la iglesia católica) nos sigue haciendo creer que estamos cometiendo un asesinato. No lo es porque se trata de una intervención quirúrgica, porque hay una anestesia por medio, porque los días posteriores el dolor físico de tu cuerpo es tal que necesitas analgésicos y reposo.
Ha de haber información y no sólo en esos centros. Porque no podemos perder de vista que un aborto no es un sustituto de un método anticonceptivo. La sociedad ha de tener en su subconsciente colectivo que las prácticas sexuales han de ser SIEMPRE con métodos anticonceptivos. Y si después de un uso correcto de los mismos una mujer queda embarazada TIENE QUE TENER TODO EL APOYO DEL ESTADO para poner fin a ese embarazo que no desea bajo ningún concepto.
Con medidas como las que podéis leer en el artículo aparecido en El País ayer, conseguiremos una sociedad en la que haya un gran porcentaje de niños no deseados, y no es un peso que un ser humano deba llevar sobre sus espaldas.
Esto que leeréis en el artículo sólo tiene un nombre FASCISMO.
El Gobierno valenciano disuadirá con vídeos, fotos y ecografías a las mujeres que se planteen abortar
La portavoz de Camps anuncia un comité para estudiar la objeción de conciencia también de personal no sanitario
ADOLF BELTRAN - Valencia - 09/07/2010El Gobierno valenciano, que preside Francisco Camps, del PP, aprovechará el mecanismo de asesoramiento que prevé la nueva ley de interrupción voluntaria del embarazo para someter a las mujeres que se planteen abortar a un proceso de disuasión mediante vídeos, fotografías y hasta ecografías en tres dimensiones. Así lo ha anunciado este mediodía la portavoz de la Generalitat Valenciana, Paula Sánchez de León, que ha justificado la medida con el argumento de que, además del mero asesoramiento médico, hay que aportar información "sobre la trascendencia ética de la decisión de abortar". Preguntada acerca de la pretensión disuasoria de la iniciativa, ha respondido: "El Consell trabajará en la medida en la que la ley lo permita para que las personas puedan proteger el derecho a la vida".
Sánchez de León, que ha lamentado que el Tribunal Constitucional, al aceptar a trámite el recurso del PP contra la ley, no la haya paralizado cautelarmente, ha anunciado también que el Gobierno valenciano creará un "comité de expertos" que analizará las posibilidades de la normativa para que en la Comunidad Valenciana pueda ampliarse el derecho a la objeción de conciencia frente al aborto a "empleados públicos no sanitarios". También creará un servicio específico, "no sólo para aplicar el programa Más Vida (vinculado a organizaciones antiabortistas), sino para contrarrestar o crear alternativas a la ley del aborto".
El pasado lunes entró en vigor la nueva ley del aborto. Ese mismo día, varias comunidades autónomas gobernadas por el PP anunciaron su boicot a la norma. Al día siguiente, la dirección del PP llamó al orden a sus barones. "La ley del aborto ha entrado en vigor y hay que aplicarla", aseguró la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría. El más beligerante de los líderes autonómicos fue el de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, que señaló que la ley no se aplicaría en su comunidad hasta que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre el recurso del PP. Tras multitud de llamadas de atención, Murcia ha decidido comenzar a aplicar la norma. La región donde se da la mayor tasa de interrupciones voluntarias del embarazo de España (16,6% por cada 1.000 mujeres frente al 15,8% de Madrid) ya no derivará a otras comunidades a sus mujeres para abortar, como era su intención.
Aberrados engendros del infierno. Cómo pueden pensar así. Ustedes atentan contra la vida humana. ¿Ya pensaron en el derecho a la vida de la criatura que fue concebida en el momento mismo de la fecundación?
ResponderEliminar¡Ustedes son parte de una cultura depravada en decadencia! Que Dios, con su infinita misericordia, los perdone!
Sí, sí, sí...
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